Crítica: GRAVITY

Películas de astronautas, o sobre el espacio, hay muchas. Algunas son del género «ficción-realista», como sería la cinta de Kubrick, 2001: Odisea en el espacio, y otras intentan hacértelo ver desde un punto argumental que está mas en la tierra que en el espacio, como sería la descafeinada Space Cowboys de Clint Eastwood. Gravity se asemeja más a “2001…” que a Space Cowboys, con la diferencia de que no pertenece al género de ciencia ficción como tal. Aquí no hay computadoras maléficas, tan solo chatarra espacial que se mueve a una velocidad pasmosa y se carga todo lo que pilla por delante, ya sean satélites, estaciones internacionales o personas. Se trata de una aventura muy bien documentada en la vida espacial de los astronautas donde dos personas se quedan solos en medio de esa gran nada, pero con unas vistas impresionantes, y que con pocos medios han de sobrevivir.